El Parque Nacional Montaña la Humeadora contaba con un plan de manejo aprobado en el año 2014, el cual tenía una vigencia de cinco años. Este plan establecía las estrategias y lineamientos para la conservación y uso sostenible de los recursos naturales y culturales del parque. Sin embargo, al haber vencido su período de validez, se hizo necesaria una actualización que refleje los nuevos retos y oportunidades para la conservación de esta área protegida.
Entre las principales amenazas a los objetos de conservación del PNMLH, se destacan la presión sobre la cobertura boscosa, cuya mayor densidad caracteriza los lugares de mejor conservación de los ecosistemas naturales del parque. La reducción de la cobertura boscosa determinada en los estudios de soporte llevados a cabo durante la preparación del Plan de Manejo 2014-2019 que auspició el CEPF en este periodo, indicó que las causas principales de esta reducción eran la expansión de la agricultura y la ganadería, y los incendios provocados por las prácticas de tumba y quema efectuadas, generalmente, para cambiar el uso de terrenos boscosos a predios de cultivos de ciclo corto. La extracción de pericos y cotorras (especies vulnerables detonantes, aunque no priorizadas) que según informaciones verbales ha disminuido; pero todavía requiere más trabajo en las acciones de mitigación, lo mismo que la pesca o captura ilegal de las jaibas (cangrejos de los ríos) que persiste de manera notable.